Machu Picchu, una de las maravillas

Machu Picchu, una de las maravillas

Por: Pamy Rojas

Ya había visitado la Muralla China, la próxima maravilla en la lista era Machu Picchu. Como mi padre también ansiaba pisar este lugar sagrado, hice de este viaje a Perú uno familiar. Luego de la experiencia en las islas de los Uros, en Taquile y en la ciudad de Cusco, nos aguardaba el momento culminante de todo este viaje, la también llamada Montaña Vieja; actualmente el destino más visitado del Perú.

El trayecto en tren desde Cusco hacia Aguas Calientes dura aproximadamente tres horas. Foto: Pamy Rojas

El trayecto en tren desde Cusco hacia Aguas Calientes dura aproximadamente tres horas. Foto: Pamy Rojas

El trayecto

Hay varias maneras de llegar a Machu Picchu: en tren o también se puede peregrinar por el Camino Inca. Elegir hacer la caminata hasta la Montaña Vieja es además una travesía espiritual que puede tomar aproximadamente cuatro días.

Esta vez, nosotros elegimos el tren porque la diversidad de edades, en el grupo familiar, requería un trayecto más accesible para todos. El tren Vistadome de Perurail sale de la estación del pueblo de Poroy, Cusco y llega hasta el pueblo de Aguas Calientes. Las varias horas de camino son preparatorias para la inmensa impresión que causa traspasar el umbral de Machu Picchu.  Durante aproximadamente tres horas nosotros pudimos absorber los pintorescos paisajes del trayecto. También se puede salir en tren desde la estación de Ollantaytambo y se llega en una hora y media a Aguas Calientes.

Mujeres, niños y hombres trabajando en la tierra. Foto: Pamy Rojas

Mujeres, niños y hombres trabajando en la tierra. Foto: Pamy Rojas

El cóndor pasa

En el tren, la melodía de El Cóndor Pasa; por alguna razón que todavía no logro descifrar, esta música crea en mi una sensación de nostalgia. Esta melancolía me acompañó durante todo el viaje porque la escuchaba dondequiera que iba; en algún momento pensé que era producto de mi agudeza auditiva.  Mientras imaginaba a un indígena peruano con su poncho de brillantes azules, amarillos, rojos y anaranjados tocando la zampoña, observé por las ventanas panorámicas unas estampas inolvidables. Padres, madres e hijos trabajando la tierra, familias completas labrando su día a día… Sudando para poder comer… Mientras, en el fondo, la sinfonía del instrumento de viento resonaba… El pecho se me apretaba… ¡Quería ver en el cielo aquel cóndor!

Las imágenes del trayecto eran hermosas, coloridas y reveladoras. Foto: Pamy Rojas

Las imágenes del trayecto eran hermosas, coloridas y reveladoras. Foto: Pamy Rojas

Aguas calientes

Llegamos al pueblo de Aguas Calientes, localizado en la provincia de Urubamba.  A esta localidad también se le llama Macchu Pichhu pueblo y su origen se remonta al 1901 cuando comenzó la construcción de las vías del tren.

Desde Aguas Calientes se llega caminando o en guagua a Macchu Picchu.  Quienes eligen andar el trayecto empinado, llegan a la entrada de la ciudadela en aproximadamente noventa minutos. Otra manera de llegar es en autobús, por una ruta en zigzag con curvas sumamente cerradas. Son veinticinco minutos hasta el tope y solo las guaguas de turistas se le permite recorrer este trayecto hasta la Montaña Vieja.

Aguas Calientes se encuentra en el Departamento de Cusco, provincia de Urubamba. Foto: Alejandro Rodz. Rojas

Aguas Calientes se encuentra en el Departamento de Cusco, provincia de Urubamba. Foto: Alejandro Rodz. Rojas

Paisaje oculto

Mientras la guagua subía me llamó la atención la habilidad del conductor, de no solo subir por un camino de tierra sumamente empinado, sino de maniobrar perfectamente en las angostas curvas. Por la ventana, yo seguía buscando algún cóndor, a ver si lograba verlo por las nubes. Ya en la cima, la guagua nos dejó frente a un restaurante y a los servicios sanitarios. ¡Llegamos sanos y salvos! Yo sentía como si me hubiesen vendado los ojos con un pañuelo y me llevaran a esta gran sorpresa.  Todavía no podía divisar ni un atisbo de Machu Picchu, solo se veían unas gigantescas montañas guardando con celo el paisaje; aún oculto a la mirada ansiosa de quienes allí llegamos.

Desde el área donde la guagua deja a los pasajeros todavía no se puede ver nada de Machu Picchu. Foto: Fernando J. Rojas

Desde el área donde la guagua deja a los pasajeros todavía no se puede ver nada de Machu Picchu. Foto: Fernando J. Rojas

El umbral de Machu Picchu

Solo al traspasar el umbral a Machu Picchu es que se logra apreciar el paisaje alucinante de estas ruinas. El hecho de que el lugar esté tan escondido, y solo se aprecie desde la puerta, hace de esta primera vista una totalmente sobrecogedora.  Al ver este panorama majestuoso experimenté una sensación imponente; como si desde los pies me subiera una corriente espasmódica hasta llegar a la cabeza.

Machu Picchu es Patrimonio de la Humanidad desde 1983. Foto: Alejandro Rodz. Rojas

Machu Picchu es Patrimonio de la Humanidad desde 1983. Foto: Alejandro Rodz. Rojas

La Gran Muralla y Machu Picchu

Cuando viajé a China y vi la Gran Muralla fue un momento mágico, definitivamente. No obstante, fue una emoción controlada porque este imponente monumento se puede admirar desde la distancia; poco a poco se va develando la inmensidad del gran muro sobre el paisaje adornado de montañas. En el caso de Machu Picchu, su grandiosidad se descubre de cantazo, como una puerta que se abre súbitamente con el viento.

Este patrimonio cultural se encuentra sobre la cresta de la sierra andina a más de dos mil metros de altitud.

Este patrimonio cultural se encuentra sobre la cresta de la sierra andina a más de dos mil metros de altitud.

Imágenes históricas

Lo primero que vino a mi mente, y me pasó también cuando estuve en la Muralla China, fue la visión tan elemental de las imágenes de los libros de historia. Luego, el asombro ante un paisaje de exuberante belleza, y el reconocimiento de la exquisita historia que guarda en cada piedra, se apoderaron de mis pensamientos; aclarando aun más mi percepción de este lugar sagrado.

A Machu Picchu también se le llama: "la ciudad perdida de los incas". Foto: Alejandro Rodz. Rojas

A Machu Picchu también se le llama: “la ciudad perdida de los incas”. Foto: Alejandro Rodz. Rojas

Sobrevivientes de la colonización

Estas ruinas tuvieron la suerte de no ser destruidas durante la colonización española. Su localización remota y escondida logró que esta joya se conserve prácticamente intacta, únicamente la naturaleza le ha añadido belleza a este lugar construido, increíblemente, sólo con la mano del hombre.

El 7 de julio de 2007 Machu Picchu fue declarada como una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno. Foto: Pamy Rojas

El 7 de julio de 2007 Machu Picchu fue declarada como una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno. Foto: Pamy Rojas

Machu Picchu para el mundo

El estadounidense Hiram Bingham, quien no era arqueólogo, sino un apasionado estudioso, fue quien reconoció la importancia de Machu Picchu y divulgó sus hallazgos. No se le podría atribuir totalmente el “descubrimiento” del lugar, porque locales como el cusqueño Gabino Sánchez, Enrique Palma y Justo Ochoa conocían sobre la Montaña Vieja. Inclusive, cuando Binham llegó hasta las ruinas vivían allí varias familias.

A este conjunto cultural y ecológico también se le conoce como Santuario Histórico de Machu Picchu. Foto: Javier Vélez Arocho

A este conjunto cultural y ecológico también se le conoce como Santuario Histórico de Machu Picchu. Foto: Javier Vélez Arocho

Plano de la ciudadela

En nuestro recorrido por este campo sagrado yo seguía buscando al ave sagrada de los andes.  Continuamos el trayecto, pasamos por las terrazas o zona agrícola.  El valle se divide en la zona Urin, que se encuentra en la parte baja hacia el lado derecho y la zona Hanan en el sector alto hacia el extremo izquierdo.  Luego se ven las ruinas de lo que eran los talleres y las viviendas; al lado se ubica lo que era el Templo del Sol y el mausoleo. Detrás del templo están localizados las piedras de la residencia real. La Plaza Sagrada, que incluye el Templo de las Tres Ventanas y el Templo principal, se encuentra en le centro de la ciudadela.  A la izquierda de la plaza está localizada la piedra Intihuatana, que se entiende los incas la utilizaban como calendario astronómico. De allí salimos hacia el final de la plaza para encontrar la piedra sagrada.

A los pies de Machu Picchu corre el caudaloso río Urubamba. Foto: Javier Vélez Arocho

A los pies de Machu Picchu corre el caudaloso río Urubamba. Foto: Javier Vélez Arocho

Roca Sagrada

El silencio de la eternidad se apoderó de todos los turistas que rodeamos la Piedra Sagrada. Una calma contagiosa se impregnó en los alrededores de esta área. Entonces, al tocarla sentí su calor.  A pesar de que las rocas que estaban alrededor eran frías al tacto, esta piedra sacra, por alguna misteriosa razón, se mantenía tibia.  Imaginé la presencia de un ser supremo vibrando bajo el eco de la civilización inca.

La roca sagrada tiene la misma forma que las montañas que se ven detrás de ella. Foto: Alejandro Rodz. Rojas

La roca sagrada tiene la misma forma que las montañas que se ven detrás de ella. Foto: Alejandro Rodz. Rojas

Ciencia antigua

Este complejo arqueológico es una de las más impresionantes obras maestras que ha desarrollado el ser humano. No solo por el lugar donde está localizado, en lo alto de una empinada colina, sino composición meticulosa de cada uno de las edificaciones hechas en piedra.

Al fondo del valle se levanta la montaña Huayna Picchu, a la cual se pude subir por un tramo sumamente empinado.

Al fondo del valle se levanta la montaña Huayna Picchu, a la cual se pude subir por un tramo sumamente empinado.

Buscando al cóndor

Luego de haber visto las maravillas de la ciencia antigua, solo quedaba absorber el entorno natural. Camélidos andinos, como la llama, la alpaca y la vicuña paseaban por el lugar. También vimos un joven falcón en el tope de una piedra. Sin embargo, al cóndor no lo pude avistar durante mi recorrido por la ciudad sagrada. Cada vez que recuerdo mi experiencia en Machu Picchu, escucho la sinfonía de la zampoña y sí, veo al señor de lo andes, al mensajero de lo divino, volando sabio por el horizonte del cielo peruano.

(Este es el séptimo artículo de la serie de historias de Perú.)

En la altura de las montañas habitan los camélidos andinos. Foto: Javier Vélez Arocho

En la altura de las montañas habitan los camélidos andinos. Foto: Javier Vélez Arocho


Prácticas de turismo consciente:

1. Respetar lugares sagrados.

2. Aprender sobre otras creencias y culturas.

3. Valorar los patrimonios de la humanidad.

4. Educarse sobre la fauna del lugar.


Un joven falcón posando para nuestro lente. Foto: Alejandro Rodz. Rojas

Un joven falcón posando para nuestro lente. Foto: Alejandro Rodz. Rojas


Hospederías:

Inkaterra
Sumaq
Tierra Viva
El Santuario


 

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