Luz natural

Luz natural

Por: Bruny Nieves

Recientemente he escuchado, en más de una sobremesa, frases como: Este fin de semana nos pusimos al día con nuestra serie de Netflix. Estaba tan buena que vi episodio tras episodio hasta terminar la temporada.

Ya sea porque Netflix está programado para hacernos adictos a sus series (como me explicó alguien) o no, la realidad es que los adultos estamos tan pegados a la tecnología, como nos quejamos a veces de nuestros hijos.

Mi propuesta para este próximo fin de semana es que sustituyan el resplandor del televisor, tableta o teléfono inteligente por la luz natural. Exponernos a la luz natural tiene múltiples beneficios además de que nos proporciona, y de gratis, vitamina D. Beneficios como mejorar el ánimo, ayudar a regular el sueño, activar las defensas del cuerpo, entre otros.

Nosotros tenemos la suerte de vivir en una islita donde, casi a diario, podemos disfrutar del sol. Aquí 3 actividades de educación ambiental incluidas en mi libro 100 por 35: coge calle con tu familia donde además de beneficiarse de la bendita luz solar, estarán en contacto directo con nuestra naturaleza tropical y sus familias.

Meditación en la playa

Sentarse, de uno a cinco minutos, a escuchar las olas romper en la orilla del mar, le quita el estrés a cualquier y calma al niño más intranquilo. Aprovechen la visita a la playa para acercarse a la orilla, sentarse o acostarse en la arena, cerrar los ojos y tratar de no pensar en nada.

Comparte con el niño lo que sentiste en estos minutos e invítalo a que te cuente las sensaciones que experimentó. A veces no es tan fácil para los niños encontrar las palabras correctas para expresar los sentimientos, pero puedes invitarlo a trabajar otra actividad de educación ambiental motivándolo a que haga dibujos en la arena.

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Descubriendo las salinas

La sal es algo tan común en nuestra mesa como el arroz y las habichuelas. Es una de esas cosas que pocos se preguntan cómo llegó hasta allí. Tal vez los nenes han ayudado a buscarla en el colmado, pero quizás nunca hayan estado en una salinera.

Una salinera es más que una montaña de sal bien grande, como la describió mi nene. Es el lugar donde comienza el proceso de extracción de la sal. Al visitar el Centro Interpretativo las Salinas: Efrén Pérez Rivera en Cabo Rojo, los nenes podrán ver una salinera de cerca, caminar por lagunas hipersalinas, observar aves migratorias y hasta correr bicicleta. De seguro, luego de vivir esta experiencia de educación ambiental, los nenes sabrán que en Puerto Rico se produce sal desde hace más de quinientos años y tendrán muchas observaciones al respecto.

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Caminata por el faro

Un viaje a Cabo Rojo no está completo si no pasan por el Faro Los Morrillos, mejor conocido como El Faro. Este ofrece una vista espectacular del Mar Caribe y de impresionantes acantilados de 200 pies de altura. Y aún se utiliza para ayudar a las embarcaciones a navegar por el Canal de la Mona.

Van a gozar más si además de entrar a El Faro, bajan a Playa Playuela, hacen una caminata hasta el Refugio de Vida Silvestre de Cabo Rojo o caminan a ver interesantes formaciones en piedra como es el puente natural.

Busca más actividades de educación ambiental en el libro 100por35: Coge calle con tu familia.


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Bruny Nieves es mamá de Marcello y la autora del libro: 100por35: Coge calle con tu familia.

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