Entre mangles y cayos; en yola y en kayak

Entre mangles y cayos; en yola y en kayak

Por: Bruny Nieves

La gran mayoría de las personas que visita la Parguera viene a conocer una de las tres bahías bioluminiscentes que existen en el archipiélago de Puerto Rico; las otras se encuentran en Vieques y en Fajardo. Un espectáculo de luz que crean unos microorganismos, llamados dinoflagelados, en aguas saladas y protegidas.  Pero los encantos de La Parguera también relucen durante el día, especialmente si haces como nosotros y te permites descubrirlos montado en una yola; como las que alquilan allí mismo en el muelle.

Es seguro navegar por los mangles y aunque sepan nadar, los niños deben ir con salvavidas. Foto: Pamy Rojas

La Parguera

Mangles, aves, cayos, caracoles y silencio son parte de lo que encontramos mientras nos adentramos en las tranquilas aguas de La Parguera. Aquí no existe el tapón, ni se escuchan las bocinas de otros autos; pero debes manejar, o mejor dicho navegar, con precaución.  Te puedes encontrar con otra yola o igual tener la necesidad de decidir por qué camino entre mangles seguir o de bajar la velocidad para evitar impactar corales y estancarte en aguas poco profundas. Por eso, aunque mi hijo de siete años insistió e insistió en guiar la yola, le explicamos que no estaba permitido; por nuestra seguridad y la de la vida marina que hace de la bahía su hogar.

En el Cayo Media Luna se pueden encontrar variedad de caracoles y corales. Es mejor recorrerlo con zapatos de agua para evitar lastimarse. Foto: Pamy Rojas

En el Cayo Media Luna se pueden encontrar variedad de caracoles y corales. Es mejor recorrerlo con zapatos de agua para evitar lastimarse. Foto: Pamy Rojas

Cayo Media Luna

Esto no significa que el recorrido fue una decepción para él.  Recorrer el laberinto que crean los mangles  e identificar caracoles en los cayos a los que se puede llegar, fueron más que suficientes para capturar su atención y hacer volar su imaginación.  Aprovechamos para bajarnos y nadar hasta el Cayo Media Luna. No llevamos zapatos para usar en el agua, lo que hubiera sido perfecto para proteger nuestros pies de la superficie de arrecife de coral.  Como el cayo es pequeño, es posible recorrerlo en poco tiempo.  Si cuentas con tiempo y bloqueador, vale la pena dedicar un rato a seguir las aves que hasta allí llegan, sumergirse en sus aguas para conocer su vida marina y mirar con detenimiento hasta encontrar los caracoles que harán el souvenir perfecto.

Cayo Aurora es parte del Bosque Seco de Guánica, donde se han avistado sobre 166 especies de aves. Foto: Bruny Nieves.

Cayo Aurora es parte del Bosque Seco de Guánica, donde se han avistado sobre 166 especies de aves. Foto: Bruny Nieves.

Cayo Aurora

La próxima isleta en nuestra lista era cayo Aurora en Guánica, mejor conocido como Guilligan’s Island. Esta vez llegamos en un kayak que alquilamos en el hotel, aunque también se puede usar el servicio de ferry. La remada hasta allá puede cansar un poco, según la corriente con la que te encuentres, pero el tener el kayak disponible para explorar alrededor del cayo fue una excelente decisión. Cayo Aurora está compuesto por dos pequeños peñascos conectados por agua no muy profunda, pero con una corriente ligera. El kayak facilitó explorar los canales y hacer snorkeling sin cansarnos mucho.

Por sus aguas poco profundas, Cayo Aurora es un lugar perfecto para visitar con niños. Foto: Bruny Nieves

Por sus aguas poco profundas, Cayo Aurora es un lugar perfecto para visitar con niños. Foto: Bruny Nieves

Un pequeño Robinson Crusoe

Había visitado Cayo Aurora en múltiples ocasiones, pero esta era la primera vez que lo visitaba con mi hijo. ¡Fue chulísimo verlo como un pequeño Robinson Crusoe! Mi explorador de siete años escrutó los alrededores, identificó animalitos que hacían residencia en la arena, caminó por los mangles y con la máscara de snorkel puesta, siguió una escuela de peces. Al cayo hay que llegar preparado con comida, refrigerios, repelente de mosquitos y protector solar, pues en el lugar no hay establecimientos comerciales. ¡Y cuando se anda con niños siempre hay hambre!

Atardecer desde el Hotel Copamarina. Foto: Bruny Nieves

Atardecer desde el Hotel Copamarina. Foto: Bruny Nieves

Relajados

Las aguas del Mar Caribe son más calmadas que las del Océano Atlántico. Aunque nuestro hijo sabe nadar súper bien, no hay tranquilidad mayor que verlo gozar en el agua sabiendo que no lo va a sorprender ninguna ola. Pienso que esto fue en gran parte lo que hizo de esta estadía entre la Parguera y Guánica una muy relajada para nosotros y memorable para él; que podía entrar y salir del agua máscara de snorkel en mano sin que nadie lo detuviera.


PRACTICAS DE TURISMO CONSCIENTE:

1. Practicar deportes acuáticos de bajo impacto ambiental como snorkeling y kayak.

2. Elegir hospederías locales, en vez de cadenas hoteleras.

3. Aprender sobre la fauna de los cayos.

4. Disfrutar de las bellezas naturales y no dejar nada de basura.


Lugares de interés:

Bosque Seco de Guánica

La Parguera

Cayo Aurora

Cayo Media Luna


Hospederías:

Copamarina Resort

Bañito de Abi

Parador Villa Parguera


 

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