Por: José Borges
Aquí cinco ideas, algo es algo.
Ciertamente, el cambio climático será una emergencia mayor en el siglo XXI. Ya los efectos son más que visibles, aunque los gobiernos y las personas en poder alrededor del mundo han optado por ignorarlo. No obstante, existen personas y organizaciones que hacen lo posible por combatir las acciones de la humanidad que amenazan el medio ambiente y, por ende, al planeta (o, al menos, a los humanos en el planeta, ya que la Tierra sobrevivirá luego de que nosotros nos hayamos erradicado).

¿Cómo nos afecta el cambio climático?
Quien haya prestado atención a los efectos del cambio climático sabe que con cada día que pasemos en inacción, se agrava el problema. Ya existen científicos prediciendo que, si el glaciar de Thwaites continúa derritiéndose, ciudades como Nueva York, Miami y Tokyo podrían sufrir inundaciones extremas según se aumente el nivel mundial del mar. El problema es de todos. ¿Qué hacer al respecto? Especialízate. Toma a Greta Thurnberg como ejemplo: la joven activista ha convertido la lucha contra el cambio climático en su cruzada personal y ha logrado, como mínimo, concientizar a algunos de los líderes de las naciones más poderosas del mundo. Como poco, tienen que al menos reconocerla y comentar acerca de sus expresiones. Aquí les presento algunas medidas que pueden tomar para lograr un cambio.

Sé parte de la lucha
Necesitas involucrarte. Los grandes cambios no se logran tuiteando o compartiendo en Facebook. La contaminación mundial no se evita a través de la pantalla del celular. Es necesario que la gente se involucre en el quehacer ambiental y se preocupe por el cambio climático. Busca una organización local y conviértete en miembro. Inscríbete en el partido político que tiene como meta mejorar el medio ambiente. Sé un activista ambientalista. Como único puede mejorar el panorama es a través de la acción y no la indiferencia. No bastará con enviar donativos o dejar que otros luchen por los demás. Si de verdad deseas que cambiemos nuestro rumbo como sociedad, hay que inmiscuirse en los procesos políticos del país. Ojo, que no debes confundir la política, que es la voluntad del pueblo por el bien común, con la politiquería, que es lograr la voluntad del político por el bien propio.

Suena la alerta
Cada comunicación o conversación es una oportunidad para alertar a otra persona acerca del peligro que enfrentamos ante el cambio climático. Explica cómo el medio ambiente afecta a todos por igual. Señala a aquellos que obran en contra del ambiente. Si es necesario y oportuno, denuncia a quienes contaminen o ignoren leyes. Recuerda que detener acciones dañinas al medio ambiente es por el bien de todos, no por hacerle daño a alguien. De igual manera, puedes invitar a tus conocidos a que cambien algunas de sus costumbres por el bien del ambiente, que sean voluntarios en organizaciones de conservación del ambiente o que se involucren más en el proceso político en donde viven.

Practica lo que predicas
De nada vale ser vocal si no vas a aplicarte el cuento. Reduce tu impacto en el medio ambiente cambiando tu comportamiento. Trata hacer tus compras por medio de suplidores locales, intenta utilizar más los medios de transportación colectiva (y, no, Uber no es un medio de transportación que alivie mucho nuestro problema). Evita utilizar productos de compañías que le causan daño al planeta y cómprales a quienes sí actúan en beneficio del medio ambiente para minimizar de alguna manera el cambio climático. Busca maneras de conservar agua y sigue las normas en cuanto a los desechos que produces. Por ejemplo, conservar el aceite de freír y disponer de él correctamente, en vez de echarlo por el fregadero.

Siembra, mejora el aire y sé autosuficiente
Plantas, huertos caseros e hidropónicos pueden ser una manera de beneficiar el aire que habitas. Si vives en un apartamento, siembra plantas pequeñas, tal vez de especias, y si tienes una casa, considera el huerto. De esta manera, no solo contribuyes a mejorar la calidad del aire, sino que también ayudas a ser autosuficiente. Entre más produzcas, menos gastarás en tu compra.

Consume menos carne
La producción de carne es una de las fuentes de contaminación más severas del mundo que contribuye al cambio climático. Intenta consumir menos carne y, si vas a consumir de todas formas, trata de que provenga de una finca local, que trate a los animales de la manera más humana posible. En lo posible, trata de evitar comprarles a quienes operan a niveles de producción masiva. Compra en mercados agrícolas o plazas de mercado y pregunta el origen de la carne y demás productos que venden.

Seamos honestos: estas medidas no mejoraran la situación de la noche a la mañana. A pesar de que se requieren acciones drásticas, quienes gobiernan y quienes los manipulan no tienen interés en aplicar las medidas requeridas. No obstante, uno debe intentar hacer lo que pueda desde su situación particular. No hace tanto, Greta Thurnberg, quien mencioné al principio de este artículo, era una preadolescente ignorada por los líderes mundiales. Hoy día, gracias a su perseverancia y especialización obsesiva en temas ambientales y cambio climático, esos mismos líderes del antaño se ven forzados a prestarle atención.

“La gente que toma acción […] siempre pregunta ‘¿Cómo puedo hacer más?’, cuando la mayoría no hace nada. Yo les contesto ‘Consigue más personas que hagan lo que tú haces’”.
Tal vez en unos años más actúen como se supone ante la calamidad que se avecina. Y tal vez tus acciones, por pequeñas que te parecieran, ayudarán llegar a ese punto de la historia. Los dejo con una cita de Andrew Vachss, el escritor y abogado que defendía a los niños abusados hasta su reciente muerte: “La gente que toma acción […] siempre pregunta ‘¿Cómo puedo hacer más?’, cuando la mayoría no hace nada. Yo les contesto ‘Consigue más personas que hagan lo que tú haces’”. Las palabras de Vachss pueden aplicarse a cualquier situación que nos indigne, creo.

JOSÉ BORGES es autor de cuentos, novelas, reseñas literarias y obras de teatro, y uno de los primeros egresados de la maestría en Creación Literaria de la Universidad del Sagrado Corazón. Es autor de las novelas Esa antigua tristeza (2010) y Fortaleza (2013). En 2018, la editorial SM publicó su novela juvenil Las últimas horas de Otí. También el cuento “Las botas de hule rojas”, en la antología Cápsulas del tiempo, que contiene cuentos relacionados con el huracán María.
Sus escritos han aparecido en los principales periódicos, revistas y antologías de Puerto Rico. “Santurtzi”, “El otoño final”, “Como en París”, “Tres meses con Gary” y “Langosta blanca” son algunos de sus cuentos más elogiados. Con “El cuarto jinete”, ganó el primer lugar en el Segundo Campeonato Mundial del Cuento Oral.
Borges se desempeña, además, colaborador independiente por su cuenta y para casas editoriales, ofrece talleres de redacción y de narrativa, y es creador del podcast “In media res”, en el que entrevista autores de habla hispana acerca de sus obras más recientes.